Una secuela en un accidente de tráfico se refiere a las lesiones o alteraciones funcionales que permanecen después de que la persona lesionada haya recibido el alta médica. Estas lesiones o alteraciones pueden ser permanentes o temporales y pueden afectar diferentes áreas del cuerpo, como la movilidad, la sensibilidad, el equilibrio, la visión, el habla, entre otras.

Las secuelas pueden ser muy variadas y dependerán de la gravedad del accidente y de la lesión sufrida. Algunas de las secuelas más comunes en accidentes de tráfico incluyen fracturas, lesiones cerebrales, lesiones de la columna vertebral, lesiones en la médula espinal, entre otras.

Es importante tener en cuenta que las secuelas pueden afectar significativamente la calidad de vida de la persona lesionada y, por lo tanto, es fundamental que sean valoradas adecuadamente en la reclamación de una indemnización por los daños y perjuicios sufridos en el accidente.

La Ley 35/2015, de 22 de septiembre, de reforma del sistema para la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de circulación, establece un sistema para la valoración de las secuelas que se derivan de un accidente de tráfico. En concreto, la ley establece una tabla de valoración de secuelas que tiene en cuenta el tipo de lesión, su gravedad y su posible evolución.

El baremo para la valoración de las secuelas se establece en función de una escala de puntos, que van desde los 1 punto para las lesiones más leves hasta los 100 puntos para las lesiones más graves e irreversibles. Además, la ley establece que se deben valorar no solo las secuelas físicas, sino también las psicológicas y las estéticas, y establece criterios para valorar cada tipo de secuela.

Es importante destacar que la valoración de las secuelas es un aspecto clave en la determinación de la indemnización que corresponde a la persona lesionada en un accidente de tráfico. Por ello, es fundamental que la valoración se realice de manera rigurosa y adecuada para que la indemnización sea justa y proporcional a los daños y perjuicios sufridos. Un abogado especializado en accidentes de tráfico puede asesorar a la persona lesionada en este proceso y garantizar que la valoración se realice correctamente y a reclamar una indemnización correspondiente.